Todo es relativo, como el tamaño. Y no hablamos de fisica teórica. No, no. Hablamos de estos gigantescos botones que, suponemos, nuestra receta mágica (Srta. Mol: gracias!) ha hecho que viajaran desde el universo Lalaloopsy hasta nuestros confines.
Al tocarlas, resultaron ser botones. Más mágicos todavía. En cualquier caso riquisimos. Apenas pudimos tomar retratos de estas maravillas del paladar antes de que acabaran siendo fagocitadas en la merienda de ayer.
Hubo quien se las comio de tres en tres, en un ensayo de devorar una especie de arcoiris. Será que a lo mejor ese es el truco para volver al mundo Lalaloopsy. Quizás...
Un saludo desde Maytcakes.
Ñam.
Que lindos!
ResponderEliminarQue bonitoss!! De casualidad llege aqui jiji que guay.besos
ResponderEliminarGracias!!!! Un honor tenerte de visita por aqui! Muchos besitos!
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